Majorica de Moscarí
“Me pide una amiga que por favor vaya a fumigar su jazmín, que está cubierto de pulgones y ella no puede ocuparse porque está de viaje, que lo haga para que no pierda todas las hojas, como pasó el último año. Todo normal, y que podré estar tranquila porque no tiene inquilinos en el apartamento y nadie me va a molestar.
Al llegar a su finca, me encuentro un coche de alquiler bajo la pérgola; le mando un whatsapp: "sí que hay gente" y no contesta. Decido seguir el plan previsto.
Me pongo a preparar la mochila de fumigar, le echo aceite de neem, pelitre, agua y jabón potásico. Enrosco bien la tapa y la cargo sobre mi espalda, dirigiéndome al jazmín. Viene a mi encuentro de repente un señor grandote y decidido, diciéndome en alemán que el horno no funciona. Se me pone cara de pez. Le contesto (para su tranquilidad y para quitarme un muerto de encima) que soy la jardinera y que avisaré a la propietaria.
Ella me pide que entre al apartamento a ayudarles, que hay un libro de instrucciones en 4 idiomas.
Entro en la cocina y empieza el surrealismo, me espera una señora alemana llena de frustración y una sartén con cuatro hamburguesas crudas.
Se trata de la placa de inducción. El libro de instrucciones no está en español, lo miro en inglés y no consigo concentrarme porque he ido a fumigar un fucking jazmín y estoy en una cocina con unos desconocidos, delante de una vitrocerámica, cuando yo jamás he tenido una -ni la he deseado- y no tengo pajolera idea de cómo funcionan. Ahí estoy tocando con mis manos sus cosas, sintiéndome como si fuera cubierta de lodo y lo estuviera contaminando todo e invadiendo su privacidad, además de sentirme como un pato en un garaje y "por qué me pasan a mí estas cosas", mientras mi amiga, que no habla alemán, al teléfono y con el altavoz puesto me va dando instrucciones de cómo solucionarlo y yo se lo voy explicando a ellos.
Se desbloquea la placa (por lo visto esos chismes tienen una función de bloqueo) y los señores alemanes celebran poder comerse sus hamburguesas, yo me voy pidiendo disculpas por la molestia y agradeciendo su confianza y casi me caigo por las escaleras huyendo de allí...
Creo que el jazmín se salvará"

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