Las coplas del peregrino de Puey Monzón. Viaje a la Meca en el siglo XVI. Y otras noticias sobre moriscos y la rareza de los libros antiguos sobre el Islam en España.
Vistos los comentarios de algunos de mis amigos, algunos privados y otros públicos, muy interesados en que yo siguiera comentando mis opiniones sobre el tema morisco y dando noticia de algunas de las publicaciones que he reunido sobre ellos a lo largo de los años me aplico e ello trayendo como primer imagen el viaje de un morisco aragonés a La Meca en el siglo XVI, escrito en aljamiado, esto es, en español, pero con alfabeto árabe, para dificultar -según dicen los expertos- su comprensión por las autoridades cristianas que pudieran capturar estos documentos en época de prohibición rigurosa de todo documento musulmán. ¡Vaya usted a saber! No me parece muy razonable. Más bien me inclino a pensar que en la manera de ser la cultura mudéjar o morisca, no eran necesarias estas cautelas, yo veo un deseo explícito de expresarse en esa escritura amada y en la lengua, que les era propia y se expresaban que era el español dialectal mudéjar o morisco
Habría, que explicar por qué motivo son tan raros en las bibliotecas españolas los libros de la erudición española de su gran siglo (1850-1950) y ello tiene varias causas. Había pocas bibliotecas públicas y no solían comprar estas obras. Obras fundamentales faltan incluso en la Biblioteca Nacional de Madrid. Hasta 1955 no se creó el Depósito Legal que obligaba a los impresores y editores a entregar dos ejemplares de cada obra. Y por eso, si no compraban no los tenían. En 1972 se creó el ISBN español y desde entonces los ejemplares entregados pasaron a ser 7 y su distribución se hizo por más bibliotecas. Tengo entendido que en la actualidad los libros se quedan en las bibliotecas de las comunidades autónomas donde se editan, y las grandes bibliotecas vuelven a estar desabastecidas. Si alguno de vosotros sabe lo que hay de cierto en esto y cuál es la situación actual agradecería que nos lo contará. El caso es que nuestras grandes bibliotecas tienen lagunas enormes. Algunas bibliotecas especializadas, por ejemplo, de instituciones de estudios árabes, sí tienen fondos importantes pero son escasas y los fondos no suelen estar completos. Cuando yo estudiaba en la Universidad Autónoma de Madrid, a partir de 1969, no teníamos en los, departamentos los libros necesarios (en ninguna materia) y eso nos obligaba, a comprarlos y a buscarlos. Gastábamos todo el dinero que podíamos en comprar libros allí donde los hubiera, que era en librerías ordinarias y en librerías de viejo. Así formábamos bibliotecas innecesariamente grandes en ningún otro país, y siempre monstruosas porque todas las bibliotecas de mi generación son distintas. Recuerdo haber visitado bibliotecas de gente de mi edad, escritoresco profesores o gente curiosa en País, Roma o Lisboa y observar que las generaciones de otros países tenían bibliotecas muy semejantes. Coincidencias de un 70 o un 80 % en Francia. En España, de un 20 o 30%. Eso tenía efectos muy importantes en la formación y la cultura de cada uno de nosotros, muy diferentes y con un punto importante de ser más autodidactas en España. Tal vez un día desarrolle más este asunto. Las cosas, han cambiado ahora. En España las bibliotecas. Públicas son bastante parecidas, a las de otros países y las bibliotecas privadas son innecesarias y cada vez tienen menores contenidos.
Volvamos al tema morisco. Siempre raros, difíciles de consultar salvo para los que tenían acceso a las bibliotecas de estudios árabes pero normalmente inaccesibles para todos los demás, se hallaban a veces en el mercado de libros de viejo. Las bibliotecas se formaban y deshacían y los libreros de viejo nos daban la oportunidad de obtener y poseer de una manera arbitraria y caprichosa acceso a estudios eruditos de calidad variable y a formar con ellos nuestras bibliotecas, nuestra propia cultura, nuestra identidad. Yo compraba, como otros amigos míos, las cosas que me interesaban y así iba (así íbamos todos en esa generación) aprendiendo a enlazar caprichosamente nuestros conocimientos académicos recibidos en la universidad con otra formación autodidacta que permitía que las conversaciones que teníamos entre nosotros estuvieran llenas de chispas, cosas no sabidas de antemano que la particular cultura de cada uno aportaba a todos nosotros.
Las coplas del peregrino son un ejemplo maravilloso del esfuerzo de un viajero aragonés musulmán que imita un tipo de literatura viajera piadosa común en los textos islámicos con sus propios versos llenos de pasión en lengua española. Esta edición comenta paso por paso los capítulos del viaje y edita el poema. Contiene al final del volumen un mapa con el itinerario del peregrino y una información muy valiosa sobre publicaciones que en ese momento podían comprarse de arabistas españoles. Publicaré en comentarios algunos de esos datos. El volumen, en octavo, consta de 344 páginas.
Y otro libro de tema morisco, curioso y raro, EL ARTE PARA LIGERAMENTE SABER LA LENGUA ARÁBICA de Pedro de Alcalá, Salamanca, 1501, en tipos góticos, reeditado en facsímil por la Hispanic Society de Nueva York en 1928. Una curiosa publicación en la que todas las páginas se han reducido a un formato minúsculo e ilegible sin la ayuda de unas lupas binoculares que se vendían aparte. 9 páginas en cada página.
Durante toda la historia de la España Musulmana los españoles de Alándalus viajaban a La Meca para cumplir con el precepto de la Peregrinación, y muchas veces se quedaban en otros países. Esos viajes permitían intercambios de conocimientos y productos, porque Alándalus formaba parte de la comunidad islámica de una manera activa y sabemos por las huellas que dejaron que tuvo mucha importancia. Queda para un Moriscos, 3 -si sigo viendo interés me molestaré en escribirlo- un intento personal de aportar información sobre la expansión de andalusíes por el mundo, moriscos y no moriscos, yalgunad ideas sobre qué se puede hacer para emprender un estudio sobre dónde fueron y dónde están esos españoles y sus descendientes. Sobre esto me han venido preguntando desde hace 40 años, y algo llevo pensando sobre este tema.

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